Juego de Go reversible

El Go se juega sobre un tablero utilizando piezas blancas y negras, todas de la misma forma y valor. Al comienzo el tablero está vacío y los jugadores (uno juega con piedras negras y otro con piedras blancas) van colocando alternativamente sus piezas una a una sobre él. Las piezas no pueden volver a moverse una vez puestas, y el juego consiste en intentar ambos jugadores ocupar con sus piedras la mayor parte posible del tablero. Al final de la partida gana aquél que haya conseguido ocupar el territorio más grande.

Es, pues un juego de estrategia cuyo desarrollo, más que al de una batalla como es el caso del ajedrez, podría compararse a de toda una guerra o al del establecimiento de un imperio. Sus reglas son tan simples que un niño podría aprenderlas en no más de diez minutos y tan exactas y esenciales que no han cambiado ni una sola vez en sus cinco mil años de historia. ¿Qué tiene pues este enigmático juego para haber apasionado a tantos millones de personas durante tantos miles de años? 

Por su parte el famoso ajedrecista Emanuel Lasker, comparando el ajedrez con el Go, y afirmando que el ajedrez era tal vez el juego más complejo creado por la mente humana, decía: "El ajedrez se circunscribe a los habitantes de la tierra, pero el Go, de alguna manera, supera esta dimensión. Si hay seres racionales en algún otro planeta, seguro que conocen el Go". Y se comprende perfectamente la fascinación que sobre Lasker ejercía el Go porque este juego milenario es también, más allá de la escueta simplicidad de sus reglas y de su inexorable lógica, uno de los más sutiles sistemas de reflexión moral que hayan inventado los hombres.

Edad: +8

Jugadore: 2